domingo, 25 de noviembre de 2012

No quiero engañarme. Sería injusto vivir con falsas esperanzas.

He crecido y ahora sé que es lo que puedo esperar de la gente.
Solo soy una más entre millones, pero tengo algo. Algo que todavía no sé que es, pero aparecerá y me hará única.
La gente espera cosas de nosotros, a veces esas cosas son difíciles de cumplir, pero aún sabiendo lo complicadas que son, nosotros lo intentamos. Y digo intentamos porque no siempre lo conseguimos, y cuando eso sucede la gente que confiaba en nosotros se decepciona. Yo estoy cansada de esto.
Quiero crearme mis propias metas y que no sea la gente la que decida en mi vida. Yo soy capaz de conseguir miles de cosas y también soy especialista en fracasar en millones de ellas. Pero soy yo la que toma mis propias decisiones, porque son para mi, yo voy a ser la que viva con las consecuencias de mis actos. Por eso quiero escoger bien, con cabeza, lo que hago o dejo de hacer. Sé diferenciar entre el bien y el mal, y aún que a veces mis actos estén en el segundo grupo, las mayoría de ellos pertenecen al lado bueno. Quiero equivocarme y encontrar el camino correcto para salir del error. Quiero encontrar lo que realmente me gusta, estudiarlo y dedicarme a ello, pero con calma, despacito, porque hay un momento para cada cosa y ahora me toca vivir. Quiero que dejen de presionarme con mi futuro.
El futuro ya llegará y yo estaré preparada esperando.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Gotas de lluvia en el cristal.


Los días fríos de invierno son los que más me deprimen. Encerrada en casa estudiando, con los pies helados y las manos más frías todavía, y ver como van resbalando las gotas en la ventana. Van despacio hasta que se juntan con otras gotas, y entonces se hacen más grandes y corren hacía abajo, como en una carrera.
Creo que esto valdría también para las personas. Vamos despacio, solos, poco a poco. Somos pequeños, nos resbalamos con timidez y dando tumbos. Pero entonces, aparece. Se acerca a ti una persona que no conocías, o que llevaba toda la vida junto a ti, desde que llegaste al cristal. Y entonces te ayuda, te hace más grande, los dos os hacéis grandes, formáis una única gota. Ya no hay dos pequeñas lágrimas de agua, ahora es una grande y rápida. Y los dos resbaláis, vivís, compartís. Estáis llegando al final del cristal, al final de la vida. Pero aún que estáis en el fin, en el límite donde acaba el cristal, no todo termina. La gota cae, pero es una única gota. Después de juntarse las dos pequeñas gotitas no se han vuelto a separar, y aun que desaparezcan, desaparecen juntas.
Que la vida se acabe solo es una condición. El amor es más fuerte que la muerte.

martes, 20 de noviembre de 2012

Que si no es en esta vida será en la siguiente, pero yo estoy destinada a conocerte.

Que te quiero y lo demás no importa. Ni la distancia, ni el tiempo, ni el olvido. La risa perdura, las lágrimas se pierden. Lo que es importante se mantiene, lo demás se olvida. Te quiero punto, eso es lo que me importa. Aquí, ahora y siempre.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Y en un momento eras tu la sencilla virtud que faltaba justo a mi lado.


La sensación de estar en el concierto de tus ídolos y dejarte la garganta en cada canción es lo mejor que he sentido en esta vida. Ellos hacen que todo sea fácil. Se colocan delante tuyo y te miran a los ojos sonriendo, ¿sabéis qué se siente cuando tu ídolo te sonríe? Y te sonríe a ti, no a la chica de detrás, no. Es a ti a la que mira, y esos segundo a mi no me los va a quitar nadie. Y después todo es como una nube.
La primera fila de un concierto es otro mundo. Eres la cara entre la gente. Eres la niña que empieza a cantar cuando empieza su ídolo y la que se resiste a acabar la canción.
No he estado en todos los conciertos que habría querido, pero los que he vivido no se pueden expresar con palabras.


lunes, 12 de noviembre de 2012

Princesa enamorada de la idea del amor busca príncipe para compartir su vida.

¿Quién sabría describir el amor? ¿Cuándo te das cuenta de que estás enamorado? Y cuando lo haces, ¿es ya demasiado tarde?
El amor existe, eso está claro, pero suele tardar en llegar. Desde que era pequeña me han dicho que las mejores cosas son las que más se hacen esperar. El amor debe de ser una de las mejores cosas del mundo porque está tardando en aparecer en mi vida. O tal vez no sea tarde, igual es que los demás viven deprisa mientras que yo soy una tortuga amante de la no velocidad.
Creo que continuaré esperando, aunque yo no sea una princesa ni esté buscando un príncipe, el amor llegará.

sábado, 10 de noviembre de 2012

No me conformo con sobrevivir, quiero vivir.


La ilusión es el motor del mundo. El motivo por el que seguimos adelante, dejando atrás el pasado. La puerta trasera de una discoteca llamada Realidad.
Aparece cuando menos te lo esperas, en cualquier lugar y de la mano de cualquier persona.
Nos alimentamos de ilusión. Intentamos conservarla, guardarla en botes con nombres como "tardes de verano", "la primera fila de un concierto", "aquel día tu yo solos" o "la canción que me enamoró". Pero no nos damos cuenta que la ilusión no se puede almacenar. Está ahí y al momento siguiente ha desaparecido.
Vive entre nosotros y escoge a aquellos afortunados que merecen tenerla. Pero nunca tarda demasiado en volver a desaparecer. Es su forma de jugar, elegir personas al azar, revolucionar sus vidas y desaparecer esperando que esa misma persona la busque hasta que al final vuelva a ser suya.
 Por eso es mejor vivir despacio, para poder disfrutar más de los momentos que vivimos con ilusión, porque nunca sabes cuando volverá a abandonarte.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Quiero mirarme en tus ojos para saber que me espera cuando me pides que me muera.

Quiero dejar llorar las goteras. 
Quiero que me mires y sonrías.
Quiero apostar y ganar lo que el tiempo me roba.
Quiero recuperar oportunidades y perder recuerdos.
Quiero enmarcar todos mis momentos felices.
Quiero volver a abrazarte.
Quiero perderme en la música y que nadie me encuentre.

Quiero oír mi nombre en tus labios. 
Quiero ser lo que vive en tu mente mientras duermes. 

jueves, 8 de noviembre de 2012

Tu y yo podemos contra la distancia. Tu y yo no nos vamos a separar.

¿Distancia? ¿Eso qué es? A mi la distancia me da igual, la distancia solo podrá evitar que no duerma a tu lado, pero podré soñar contigo. Tampoco podré abrazarte siempre que quiera pero podré pensar en ti. También evitará poder oler a ti después de cada abrazo, pero ¿Y qué? Así el próximo abrazo será aún más único. A mi la distancia me da igual porque estamos bajo el mismo cielo.

Fuimos dos equivocados.

Y de repente el mundo vuelca. Tu te pierdes. Yo no puedo verte. Estás demasiado lejos y mis ojos ciegos no ven más allá de este dolor. Lo ganas todo para perderlo de repente. Te ilusionas y vuelves a fracasar. Caminas, corres y caes con la misma piedra de siempre. Ayúdame a levantarme, no puedo seguir sola. Es más, no quiero seguir ya. Prefiero llorar a olvidar. Prefiero volar sin tener alas a vivir sin ilusiones. No me mires, no quiero susurros con mi nombre. No quiero poetas muertos ni frases de consuelo. El tiempo pasa y yo me quedo anclada en el pasado. ¿Para qué continuar esperando si no hay sueños que cumplir?
Olvídame. Curaré mis heridas. No quiero seguir si no es contigo, pero tengo que hacerlo No se quién eres. No te conozco y no te conoceré. Eres imaginación y fantasía. Todo lo que puedo pedir y nunca llega. Eres el trozo de mi alma que perdí antes de tenerla. Eres lo que quiero y lo que me mata. Lo eres todo sin ser nada. Y mientras, yo caigo, cae mi alma, cae el tiempo, caen las alas. Me pierdo para no volver a ser encontrada.
Ahora está todo claro. La ilusión es lo último que se pierde, pero lo primero que te arrebatan.